Pero a pesar de ser un derivado de la leche, es su especial proceso de elaboración, que consiste en añadir fermentos a leche desnatada o entera hervida, el cual le da esa textura y sabor tan agradables.
Estos fermentos se llaman Lactobacillus bulgaricus y el Streptococcus thermophilus. El primero es que él le da ese sabor acidito, y el segundo le da ese rico aroma y sabor que nos encanta. Estos fermentos se mantienen vivos en el yogur gracias al frío y permiten su fácil digestión. En cuanto a su valor nutritivo, el yogur es lo máximo. Tiene un alto contenido de calcio: Una taza de 250 ml. de yogur proporciona 400 mg. de calcio, es decir, 100 mg., más que una taza de leche de la misma cantidad. Asimismo es rico en vitaminas A y B, fósforo, potasio, magnesio, zinc y yodo, proteínas, minerales, entre otros.
Estos fermentos se llaman Lactobacillus bulgaricus y el Streptococcus thermophilus. El primero es que él le da ese sabor acidito, y el segundo le da ese rico aroma y sabor que nos encanta. Estos fermentos se mantienen vivos en el yogur gracias al frío y permiten su fácil digestión. En cuanto a su valor nutritivo, el yogur es lo máximo. Tiene un alto contenido de calcio: Una taza de 250 ml. de yogur proporciona 400 mg. de calcio, es decir, 100 mg., más que una taza de leche de la misma cantidad. Asimismo es rico en vitaminas A y B, fósforo, potasio, magnesio, zinc y yodo, proteínas, minerales, entre otros.
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